Villa Mercedes es uno de esos lugares emblemáticos de Ibiza que han disfrutado muchas generaciones de visitantes de la isla a lo largo de los años. Sin embargo, el incondicional de San Antonio conserva sin esfuerzo su brillo, precedido por una reputación basada en el ambiente, una oferta culinaria fantástica y una cálida bienvenida.
Glamuroso y genial, pero con un ambiente relajado y un servicio amable, cuando el equipo de Ibiza Spotlight lo visitó una cálida noche de agosto, estaban ocupadas todas las mesas de la terraza evocadora del restaurante.
Ubicado en primera línea de la vibrante zona del puerto de San Antonio, la famosa silueta del edificio principal se eleva hacia el cielo. Los comensales están sentados en un jardín mediterráneo moderno, lleno de exuberantes plantas y muchos detalles de diseño extravagantes y coloridos.
Elevados sobre el bullicioso paseo marítimo, los clientes disfrutan de hermosas vistas de los elegantes barcos amarrados frente a sus ojos, así como del resplandor de la inigualable puesta de sol de Ibiza.
Recibidos por el joven y entusiasta equipo, nos sentamos justo en frente del bar al aire libre, donde los fantásticos camareros de Villa Mercedes mezclaban potentes creaciones de cócteles. Perfecto para una sofocante noche de verano, nos recomendaron un refrescante Daiquiri de coco y un Negroni clásico, superpotenciado con un chupito de mezcal de moda.
Pinchando ritmos de música house conmovedores y profundos, DJ Maricha servía delicias audibles desde la cabina al aire libre para acompañar la comida mediterránea recién hecha por la que se conoce a Villa Mercedes.
La carta de Villa Mercedes ofrece de todo, desde deliciosas tapas con un toque moderno hasta platos de marisco fresco y sustanciosas carnes a la parrilla, así como vibrantes ensaladas y deliciosos postres.
Junto a nosotros, una pareja italiana ya se desmayaba entusiasmada con sus mejillones frescos y chipirones fritos, ¡así que sabíamos que no podíamos irnos sin probar este clásico entrante español!
Decidimos probar una selección de opciones de tapas, que incluyen un panecillo bao asiático relleno de rabo de toro tierno, patatas bravas con alioli y salsa de tomate picante, y las adictivas "boliyucas": esferas de puré de patatas fritas acompañadas de crema de aguacate y una rodaja de jalapeño.
Por último, pero no por ello menos importante, una ensalada cremosa de queso straciatella con tomates frescos, calabaza y pesto verde completó nuestro primer plato.
Desde el primer bocado pudimos comprobar que todo estaba elaborado con ingredientes frescos, de alta calidad y preparados por expertos.
Nuestro fotógrafo, un experto en chipirones, declaró que los calamares fritos son unos de los mejores de la isla, ¡y con razón!
Cuando el brillo dorado de la "hora mágica" se desvaneció en colores pastel pálidos antes de volver el cielo azul tinta, hubo un rumor animado palpable en la terraza. Hasta la última mesa de la casa estaba reservada y llena de familias, grupos de amigos y parejas. Disfrutamos mucho empapándonos del ambiente, con la banda sonora animándonos a bailar en nuestras sillas.
Para nuestro plato principal, elegimos tanto de tierra como de mar: un pollo a la parrilla tierno y jugoso con piel marrón crujiente y pulpo recién pescado. Este último se sirvió sobre una cama de cremoso puré de patatas y crujientes hojas de kale al horno, que compartimos entre la mesa.
No solo fue evidente la calidad de los productos frescos y locales desde el primero hasta el último bocado, sino también la experiencia del equipo de cocina de Villa Mercedes. Al final, tuvimos que admitir la derrota y declararnos llenos.
Bebiendo un vino rosado deliciosamente pálido y cremoso, nos preguntamos si nos quedaba suficiente espacio para el postre, pero nuestra simpática camarera Marjorie nos animó a compartir un trozo de tarta de queso. La tarta de queso es un favorito internacional que encontrarás en casi todas las cartas de los restaurantes de la isla, por lo que a lo largo de los años hemos creado un archivo impresionante de notas de degustación de este dulce en particular.
Así que nos sorprendió cuando apareció un plato con una fresa gigante ingeniosamente elaborada, rellena con una ligera mousse de queso crema y servida sobre una base de crumble de galleta deconstruido. Sin duda tuvo el factor sorpresa, y creemos que a los niños les encantaría especialmente esta original versión de un postre clásico.
Después de una velada relajada y muy agradable de deliciosos cócteles y buena comida, observar a la gente y bailar en la silla, terminamos nuestra cena al estilo ibicenco clásico: con una copa de licor de Hierbas Ibicencas con hielo.
Fusionando la simplicidad de la maravillosa cocina mediterránea, el encanto de este local mágico, el brillo y el ambiente vibrante del puerto de San Antonio y la cálida bienvenida del equipo, Villa Mercedes merece un lugar destacado en tu lista de restaurantes de Ibiza.
Es, en pocas palabras, un clásico de la isla que te sorprenderá y te encantará una y otra vez.
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