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La historia de Ibiza y Formentera

Breve acercamiento a la historia de Ibiza desde los primeros asentamientos hasta la actualidad.

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Recientes excavaciones arqueológicas demuestran que los primeros asentamientos en Ibiza y Formentera se remontan a hace más de 3000 años. Se encontró una tumba en Formentera que data de 1600 años a.C. Las pinturas rupestres en Ses Fontanelles (al norte de San Antonio - 800 años a.C.), y hachas y discos de bronce encontrados cerca de San Juan y San Agustín (700 años a.C.) aportan más evidencias sobre estos primeros asentamientos.


Los cartagineses

En el año 654 a.C. los cartagineses descubrieron Ibiza y fundaron la ciudad de Ibiza , convirtiéndose así en una de las primeras de Europa. La bautizaron con el nombre de Ibossim, y se ha mantenido casi igual durante todos estos siglos. Otro nombre para Ibiza que nos ha llegado hasta hoy día proviene de los griegos, que vinieron a Ibiza en la misma época que los cartagineses: llamaron a las dos islas de Ibiza y Formentera, las Pitiusas - que significa "las islas cubiertas de pinos".

Historia de Formentera

El pueblo cartaginés proviene de Fenicia, y tomaron el nombre de cartagineses después de que fundaran la ciudad de Cartago (ubicada geográficamente en la actual Túnez). Los romanos los denominaron Púnicos en Latín.

Los cartagineses eran básicamente mercaderes, e Ibiza se convirtió en un centro comercial muy importante. Ya en aquellos días, Ibiza presumía de un gran puerto y de murallas altivas - (aunque las murallas que se ven hoy día son muy, muy posteriores). El bien más importante con el que se comerciaba era el "oro blanco" - la sal. Las Salinas construidas por los cartagineses todavía se utilizan actualmente para obtener sal del agua marina, por medio de la evaporación.

Ibiza también jugó un papel importante en la cultura cartaginesa como el mayor de sus cementerios. Los historiadores conjeturan que los muertos eran enterrados aquí porque no había animales salvajes que escarbaran en la tierra. El camposanto de Puig des Molins en Ibiza ciudad alberga la colección más numerosa de objetos púnicos - la mayoría de los cuales fueron descubiertos en tumbas. Cuestión de que los muertos eran enterrados con utensilios y objetos que les ayudaran en su otra vida.

Entre los dioses de los cartagineses, la diosa Tanit disfruta particularmente de mucha fama. Ella es la Madre de los Dioses, la Diosa de la Tierra y de la fertilidad. Se puede ver su imagen en mucha de la cerámica que se hace en Ibiza actualmente.


Los romanos

'Cartago debe ser destruida'. Fue el grito de guerra que acompañó a los romanos durante todas las Guerras Púnicas. Se impusieron, y finalmente, en el año 123 a.C., conquistaron las Islas Baleares. Ni siquiera Anibal pudo evitarlo, cuando marchó hacia Roma cruzando los Alpes con sus elefantes y al mando de su ejército, 100 años antes. Obviamente, no lo consiguió. Se supone que este legendario general tiene como lugar de nacimiento la isla de Conejera, enfrente de San Antonio.

Los romanos llamaron a Ibiza, Ebusus. No obstante, la isla no fue incluida dentro del Imperio Romano. Mantuvo su independencia como ciudad confederada. La presencia romana se puede observar todavía en las puertas de entrada a Dalt Vila (el casco histórico), donde hay dos copias de estatuas romanas; y en Santa Eulalia, donde el viejo puente romano cruza el ahora río seco a la entrada a la localidad. El puente fue restaurado recientemente.

Después de los romanos, entre los siglos V y IX d.C., hay grandes vacios en la historia de las Pitiusas. Es la época de los Godos y Visigodos (entre otros muchos) en Europa - etapa oscura para la historia escrita en general. Durante esos tiempos azarosos, Ibiza fue invadida y conquistada por pueblos como los Vándalos y los bizantinos. Ibiza disfrutó de una cierta independencia bajo el Imperio Bizantino. La influencia bizantina se dejó notar en el sistema de regadío y el de rotación de las cosechas. Una de las pocas reliquias conservadas de esta época es la capilla bajo tierra en Sant Agnès - Santa Inés.


Los árabes

Los árabes llegaron en el siglo IX d.C. y se quedaron durante casi 500 años. Llamaron a la isla Yebisah. La influencia árabe todavía se puede sentir con fuerza en muchas costumbres, tal como la construcción de la casa ibicenca, la vestimenta y los instrumentos musicales tradicionales, y por supuesto en el habla dialectal catalana de la isla: 'eivissenc'.

Sobre la colina que domina Ibiza ciudad construyeron una gran mezquita (sobre las ruinas de un templo dedicado al Dios Mercurio) y fortificaron las murallas de la ciudad. Los restos de esas murallas y algunas de los baluartes de vigilancia se conservan hasta la actualidad. Ibiza experimentó un período de crecimiento económico bajo el dominio del Islam. Las mayores fuentes de ingresos provenían de los campos de sal, la agricultura y la pesca.


Los catalanes

Ibiza fue conquistada por el Reino de Aragón el 8 de Agosto de 1235. Cuenta la leyenda que la ciudadela estaba defendida con tanta maestría que sólo mediante el engaño se pudo tomar la plaza. Ibiza ciudad se consideraba invencible debido a sus murallas altivas y a su emplazamiento estratégico. Sin embargo, la pelea por una dama del harén que se produjo entre el jeque y su hermano provocó que éste revelara la entrada secreta bajo el subsuelo de la muralla a las tropas catalanas. Todavía se puede ver ese pasadizo secreto en la Calle de San Ciriaco en Dalt Vila. Desafortunadamente no se puede reptar por su interior ya que está vallado al público.


Las iglesias

Los catalanes derrumbaron la mezquita árabe y en su lugar construyeron la catedral que se conserva hasta nuestros días. Los pueblos de la isla tomaron nombres de santos cristianos y se construyeron muchas iglesias: las más antiguas son las de Santa Eulalia, Sant Antoni, Sant Miquel y Sant Jordi. La mayoría del resto de iglesias de la isla se construyeron en el siglo XVIII.

El Festival Medieval se celebra cada año el segundo fin de semana de mayo. No te lo pierdas, ¡y podrás experimentar lo que era vivir en la Ibiza de hace 1000 años!


Los piratas

Los catalanes que ocuparon la isla no se preocuparon en gran manera de protegerla de ataques externos en los siglos siguientes y los ataques y saqueos de las hordas piratas se sucedieron con demasiada frecuencia. Con idea de defenderse de estos ataques, las iglesias asumieron otra función que no era la eclesiástica y sus gruesos muros supusieron un excelente cobijo para los ibicencos. ¡A menudo colocaron cañones sobre el tejado plano!. En el siglo XVI, el arquitecto italiano Calvi finalizó la construcción de las murallas de Ibiza ciudad y que se pueden admirar hoy día. Estas murallas renacentistas se tomaron como ejemplo de construcción militar para las fortalezas de la América hispana.

Las torres piratas que jalonan toda la costa fueron construidas posteriormente. Algunas todavía se conservan actualmente. En sus comienzos, cada una de estas torres estaba localizable a simple vista una de otra. En el caso de una invasión o de un avistamiento de un barco pirata, se encendía una hoguera para avisar a la torre más cercana, que encendería otra hoguera y así sucesivamente hasta advertir a toda la isla del peligro y así poder buscar refugio en las iglesias. Un sistema de aviso primitivo pero efectivo, desde luego.

Ibiza quizás no sea tan diferente en la actualidad. Gentes de muy diversos orígenes nos visitan todos los años, toman lo que necesitan y nos dejan. Los ibicencos nos hemos acostumbrado a este tipo de comportamiento durante miles de años. ¡Ya somos famosos por nuestra tolerancia!.

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