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Sant Jordi, Ibiza

Un pueblo ibicenco tradicional con su correspondiente iglesia de cal blanca y una bonita plaza céntrica, además de gran variedad de bares y restaurantes, junto a Playa d’en Bossa.

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Este pueblo ibicenco tradicional está situado al sur de la isla, cerca del aeropuerto y de la localidad turística de Playa d'en Bossa. Además, Ibiza ciudad no queda muy lejos en coche. Es una localidad que vale la pena visitar, aunque solo sea unas horas. Como curiosidad, es uno de los lugares que se sigue nombrando con su denominación original en catalán, en vez de la versión castellana “San Jorge”.

La iglesia

El centro de Sant Jordi está dominado por su impresionante iglesia fortificada, la mejor conservada de la isla. Se cree que sus orígenes se remontan al siglo XIV y fue levantada para saciar la sed espiritual de los trabajadores de Las Salinas.

Sus gruesos muros y almenas tienen su razón de ser en la necesidad que tenía la población de protegerse de los continuos ataques de los piratas.

Bares y restaurantes

Hay una plaza encantadora bordeada de árboles junto a la iglesia. En la plaza y sus alrededores encontrarás buenos restaurantes, pequeñas cafeterías y bares de los de toda la vida.

Supermercados y tiendas

Si te alojas en Playa d'en Bossa podrás hacer la compra en los grandes supermercados de Sant Jordi, ahorrándote un dinero en comparación con los comercios situados en la localidad.

Cerca quedan también los comercios del barrio de Can Bellotera, en la carretera de Ibiza ciudad hacia San José, muy frecuentados por las personas que se alojan en villas de la zona. Cuenta con una panadería francesa, pescadería, tienda de vinos y un ultramarinos que vende frutas, hortalizas y huevos producidos en la isla. El bar Can Bellotera y el restaurante de enfrente del mismo nombre (y dueño) son muy populares.

Mercadillo de Sant Jordi

Por el Hipódromo de Sant Jordi hace tiempo que no trotan caballos, por lo que que ahora es más conocido por su rastrillo semanal que llena el recinto los sábados durante todo el año.

Encontrarás puestos de curiosidades, artesanías y objetos de segunda mano como libros, ropa, joyas de la India, muebles, objetos de ocasión e incluso alimentos producidos en la isla. Date una vuelta a ver si resulta que eres un genio del regateo y acabas encontrando una ganga.

También hay un bar-cafetería con precios económicos. Al acabar el mercadillo, unos cuantos músicos se reúnen a tocar tambores, creándose un ambiente superespecial con el eco de los tambores resonando entre las paredes del hipódromo.

Proyección de películas al aire libre

En la plaza del pueblo normalmente se puede disfrutar de cine al aire libre gratis todos los sábados de julio y agosto, con una serie de películas clásicas en su idioma original con subtítulos en español.

Fiestas de Sant Jordi

Todos los años el pueblo de Sant Jordi celebra sus fiestas patronales, una bienvenida a la primavera con actividades y una pequeña feria que se inicia en abril y acaba hasta bien entrado mayo.

El gran día de las fiestas es el 23 de abril, el día de Sant Jordi, cuando el pueblo saca en procesión a sus imágenes sagradas y los vendedores de artesanía y de productos de la huerta ocupan las calles del centro. Al caer la tarde hay música en vivo en la plaza para vecinos y visitantes.

Típicamente, en el día de Sant Jordi las parejas, amigos y familiares se intercambian libros y rosas rojas, en homenaje a San Jorge y su batalla contra el dragón; las rosas rojas simbolizan la sangre del dragón. Unas semanas antes de las fiestas, consulta el programa de actividades en nuestro calendario de eventos.

Sant Jordi es uno de esos lugares que te sorprende por todo lo que te puede ofrecer, así que márcalo en el mapa y guárdate por lo menos un día de tus vacaciones para visitarlo.

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