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Reseña gastronómica: La Llama evoca exclusividad en W Ibiza

Una noche de flamante intensidad desde tu llegada, a la cena, hasta la discoteca post-cena.

Pocos destinos turísticos tienen tanta exclusividad como Ibiza, y ese es el segmento del mercado en el que W Ibiza se ha posicionado desde su llegada en 2019. Desde copas por la noche hasta cenas en el restaurante del hotel La Llama, incluso algo de entretenimiento oscuro en la pista de baile, el establecimiento de Santa Eulalia tiene toda una noche cubierta bajo el mismo techo.


The Bridge: cócteles de lujo antes de la cena

Nuestra noche comienza en el majestuoso Bridge Bar, que encontrarás al cruzar el W Lounge, el vestíbulo principal que domina la zona de la planta baja. Es el tipo de lugar en el que podrías imaginarte a un James Bond trajeado intercambiando miradas con Miss Moneypenny, mientras menea un martini con vodka.

De hecho, nos sentimos bastante bien esta noche, por lo que nos metemos de lleno en la carta de cócteles.

Como vamos a cenar, la situación requiere algo de la amplia variedad de aperitivos (nuestro fiel espresso martini, un digestivo, tendrá que esperar para más tarde). A medio camino entre un mojito y un Bloody Mary, el cóctel Medium Rare, a base de ginebra, fue nuestro aliado favorito.

Mientras esperamos nuestra mesa, no solo agitan nuestras bebidas, sino que las mezclan, las filtran y las tratan con un amor y una atención a los detalles digna de un hotel de cinco estrellas.

Sin duda, esta es la manera ideal de comenzar tu experiencia W Ibiza.


La Llama | W Ibiza | by Peter Young

La Llama: Un plato fuerte exclusivo

Al aproximarte a la entrada de La Llama te encuentras con un panel de madera. Como si de una especie de bar clandestino oculto se tratase, o una sociedad masónica o una habitación oculta en la mansión de Bruce Wayne, el panel se abre para revelar el interior del restaurante.

Incluso antes de sentarnos, ya notamos ese aire de exclusividad. Te da la sensación de que eres parte de un club privado de miembros de élite (¿o tal vez de que estás entrando en la guarida de algún millonario con capa?).

Como es de costumbre, nuestro apetito se abre cuando nos traen el pan, que en este caso es una foccacia caliente condimentada con ajo y romero.

La Llama | W Ibiza | by Peter Young

Estos panes planos están lo suficientemente bien sazonados como para no necesitar más, pero es en las guarniciones que le acompañan donde encontramos la verdadera maravilla.

Ten en cuenta que la salsa verde de hierbas que parece pesto no lo es: ¡el sjug es picante como el infierno! La tapenade de aceitunas negras también ofrece algo diferente, aportando un amargor de lo más agradable. Sin embargo, fue la cremosa mantequilla ahumada lo que más nos entusiasmó.

Aderezada con puerro ennegrecido y un toque de azafrán, queda increíblemente bien cuando la aplicas generosamente sobre la foccacia; de hecho, hizo que se nos pusieran los ojos en blanco de placer.

Al echar un vistazo a la carta, nos llama la atención lo concisa que es. Al decidir si ser un aprendiz de todos los oficios, o maestro de unos pocos, La Llama se mantiene fehaciente en este último.

La Llama | W Ibiza | by Peter Young

La lubina llega sobre un lecho de tomates secados al sol ricamente deshidratados. Nos preguntamos si el pez corre peligro de perderse en este espeso acompañamiento, pero no deberíamos habernos preocupado. El tierno filete resiste con creces la sabrosa fruta despulpada.

Estos elementos, combinados con la piel salada del pescado, crearon una cascada de texturas en un mismo bocado. Muy de vez en cuando, notas un toque de calor por la presencia del chile verde, aunque nunca es lo suficientemente abrumador como para desanimarte en el siguiente bocado; incluso los paladares más reacios a las especias podrían comérselo.

Unos pequeños paquetitos de patata y puerro perfectamente envueltos vienen coronados con un poco de caviar de Baerii. Pero es su salsa mantecosa la que acaricia nuestras bocas: tiene un sutil sabor de Parmigiano Reggiano de fondo, pero nunca exagerado.

Aún más ligeros son los rulos tallados de apio nabo, que vienen acompañados de una salsa fina de suero de leche agria sazonada con eneldo.

La Llama | W Ibiza | by Peter Young

Justo cuando estamos comentando lo llenos que empezamos a estar, llega el plato principal.

Nos presentan y preparan fervorosamente la paletilla de cordero junto a la mesa, que ha sido cocinada en el horno de piedra aprovechando el poder carnal de la llama. Tras quedarnos boquiabiertos mirándola, decidimos por unanimidad que todavía nos cabe algo más en el estómago.

Este plato para compartir es visualmente sorprendente e igualmente sabroso, y deja entrever lo mucho que ha viajado el chef Eitan Doron. Habiendo estado en el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Ucrania, este viajero israelí se inspira en una variedad de culturas.

La Llama | W Ibiza | by Peter Young

La influencia de su propia crianza en el Levante mediterráneo también es clara. El cordero desmenuzado y jugoso, envuelto en tacos árabes pastosos y untado generosamente con pasta de tahini y harissa es muy típico de la comida del Medio Oriente; comida estilo mercado pero con una lujosa actualización al nivel de un buen restaurante.

Incluso la ensalada de maíz y hierbas de aspecto modesto es una sorpresa. Las generosas hojas de cilantro y menta crean una sensación aromática que combinada con hojuelas de almendra y el toque de cítrico del yogur labneh, resultan ser el complemento perfecto.

La Llama | W Ibiza | by Peter Young

¿Hemos terminado? Por favor, no. Por recomendación de anteriores visitantes nos sentimos obligados a probar el coulant de chocolate. El plato es una fantasía para los golosos y combina bizcocho, mousse, helado y crocante de praliné. Los elogios y alabanzas están más que justificados.

Al postre lo que es del postre.


Si quieres reservar para cenar en La Llama, visita la página del restaurante.

W Ibiza | Santa Eulalia | by Peter Young

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