Si hay un hotel que simboliza la Ibiza de los años 80 y 90, ese es Pikes Ibiza, creación del difunto empresario australiano y figura legendaria, Tony Pike. Y eso es lo que hace que comer aquí sea mucho más que una simple comida: es un peregrinaje al corazón de la ilustre historia de la Isla Blanca, con una mezcla de nostalgia y estilo contemporáneo. Ubicado justo a las afueras de la animada localidad turística de San Antonio, el hotel ha creado una experiencia igualmente única en su restaurante Pikes.
Aquí, han convertido los asados del domingo bajo el calor del verano ibicenco en una experiencia imprescindible en la isla, a menudo con lleno total. Ofrecen a los comensales no solo una excelente comida, sino también la oportunidad de disfrutar del impecable ambiente bohemio de este legendario local.
Haz la peregrinación semanal y podrás disfrutar de carnes cocinadas a la perfección, imponentes pudines de Yorkshire y rica salsa, junto con sorprendentes entrantes y postres para morirse.
El último domingo, los entusiastas gourmets de Spotlight llegaron a Pikes para disfrutar de esta tradición semanal. Nos alegra decir que, independientemente de nuestras expectativas, las superó con creces.
Los comensales tienen muchísimas opciones para disfrutar de su comida. La primera opción es la agradable terraza con sombra de la planta baja, al fondo del patio interior. La segunda opción, donde nos sentamos, es la terraza de la azotea con brisa y vistas a la piscina (vistas panorámicas al campo incluidas de forma gratuita).
Por supuesto, en cuanto a la música para acompañar el almuerzo, puedes contar con Pikes para el ambiente sonoro ideal. Mezclada por el DJ escocés Russ Forman (también conocido como DJ For Mankind, el apodo perfecto), es una exquisita selección de éxitos que abarcan todos los géneros, ideal para una tranquila tarde de domingo.
El personal, alegre, sonriente y elegante, tiene la habilidad de hacerte sentir como en casa al instante. En otras palabras, estás en buenas manos desde el primer momento.
Para comenzar, tres de las refrescantes creaciones de la casa: un Mezcal Margarita, con maracuyá y zumo de lima; el 5Star sin alcohol, hecho con ginebra Tanqueray, pepino y sirope de flor de saúco; y el iniciador de fiestas original, el Pornstar Martini.
Mientras bebíamos, examinamos la carta. Elegimos entre media docena de entrantes, más dos especiales y otros tantos platos principales.
La aportación española a la fiesta más querida de Gran Bretaña: el gazpacho.
Ensalada crujiente de pato y berros. La combinación de sabores y texturas fue excepcional. El pato desmenuzado, crujiente y sabroso, se complementaba a la perfección con los berros frescos y el pimiento rojo finamente picado. Por otro lado, el aderezo ácido a base de soja le daba a cada bocado un equilibrio perfecto de grasa, acidez y textura crujiente.
Una versión única de ensalada César elaborada con un aderezo oriental cremoso y sabroso de sésamo y soja, verduras mixtas, aguacate y brotes frescos.
La opción vegana, compuesta por nada menos que cuatro platos de verduras perfectamente cocinadas, estuvo más que a la altura de las carnes.
Hora de los principales
Panceta de cerdo crujiente, un pudín de Yorkshire perfectamente preparado y abundante salsa espesa y rica.
Un pollo asado de tamaño generoso, alimentado con maíz, sobre una gruesa capa de relleno rica en hierbas.
Gruesas lonchas de solomillo asado. Lo pedí bien hecho y llegó perfectamente bien hecho.
En cuanto a las porciones de gran tamaño, como dijo un miembro del equipo: "¡Voy a necesitar un cuchillo más grande!"
¡Salud! Las risas a nuestro alrededor entre las parejas, los grupos grandes de turistas y las familias eran constantes. Es un lugar que te hace sentir bien.
¡Un golpe cuádruple de postres preciosamente presentados!
Por extraño que parezca, en comparación con los otros platos, los dulces, desde el primer bocado tentador hasta el último y reticente rebañando el cuenco, terminaron en un instante.
Todos ellos (los profiteroles gigantes, la mousse de chocolate, el babá al ron) fueron sencillamente deliciosos, pero el ganador indudable del equipo fue el clásico pudín de toffee inglés.
En cuanto al ambiente del local, es puro Pikes: un punto de encuentro relajado para huéspedes, visitantes de día y entendidos de Ibiza que saben que este tipo de ambiente inclusivo es difícil de encontrar. Hay mucho espacio para relajarse junto a la piscina, tomar una copa en el bar y broncearse en las terrazas adyacentes de la azotea.
En total, entre la comida y la sobremesa, estuvimos allí casi cuatro horas.
En resumen: si esta es tu idea del paraíso del asado del domingo (¿y de quién no lo sería?), ¡Pikes es el lugar!
El restaurante Pikes es un lugar popular, por lo que siempre se recomienda reservar.
