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En ruta: el suroeste de Ibiza

Revelaciones de un viaje por carretera: la primavera y el otoño ofrecen la oportunidad perfecta para disfrutar de la hermosa campiña, las bonitas calas y de algunos lugares emblemáticos. Además, las carreteras están despejadas y es más fácil aparcar.

El itinerario: partiendo desde la empresa de alquiler de coches Moto Luis en San Antonio, este viaje nos lleva por los caminos rurales de los alrededores de San José y la costa suroeste, y recorre paisajes de gran belleza y algunas de las mejores playas de la isla.

Lo que encontrarás: una costa impresionante, sinuosas carreteras rurales, aguas de color turquesa, lugares emblemáticos y paradas para comer. Algunos pequeños desvíos son opcionales.

Artículos imprescindibles para llevar: bebidas, tentempiés, una buena cámara, artículos de playa, música como nuestra lista de reproducción Ibiza Spotlight Selects, dinero en efectivo para bebidas en el bar, protector solar, mapa en papel/aplicación de mapas (asegúrate de llevar un cargador si usas esta última).


Emprendemos la marcha

El amable equipo de Motos Luis nos entregó nuestro flamante VW T-Roc descapotable negro y nos dirigimos al carrer de Londres (carrer en ibicenco significa "calle") y luego giramos a la derecha en la segunda rotonda con las estatuas de caballos. Seguimos recto en la siguiente rotonda y nos adentramos en el campo, pasando por la entrada del conocido Hotel Pikes hacia la pequeña zona residencial de Can Tomás.

Después de pasar el gran cartel de Pikes Hotel, giramos a la izquierda por el Camí de S'Olivera, justo pasado el bar Can Ramonet.

Seguimos esta carretera por la primera curva a la izquierda, pero giramos a la izquierda en la segunda curva a la derecha. Esto todavía es el Camí de S'Olivera, ya que parece que continúa. (Suena un poco confuso, pero sigue recto).

Después de ese giro a la izquierda, seguimos adelante durante aproximadamente 1 km hasta que vimos un largo muro blanco a la derecha, seguido de un desvío a la derecha señalizado como 'Eivissa'. Girando a la derecha entramos en una pequeña comunidad agrícola con un gran bar en el centro llamado Cafetería S'Olivera.

Era demasiado temprano para parar y tomar un café, así que continuamos hasta el cruce en forma de T al final, giramos a la izquierda y seguimos cuesta arriba hasta la gran rotonda de la circunvalación. Tomamos la segunda salida y nos adentramos en la bonita campiña de Benimussa.


Caminos rurales, una discoteca abandonada y… almuerzo

Esta sinuosa carretera rural atraviesa la pintoresca zona conocida como Benimussa. Nos acompañaron unas vistas magníficas al mar, de un azul intenso, y de las verdes colinas boscosas de San José. Almendros y algarrobos bordean este antiguo y sinuoso camino, mientras las ovejas pastan en los campos. Es una incursión a la Ibiza de siempre.

Pasamos el antiguo pozo Pou Den Benet (pequeño cartel rojo) y algunos olivares antes de tomar el siguiente desvío a la derecha durante aproximadamente 1 km, luego nuevamente a la derecha pasando el cementerio de San José. Siguiendo recto durante 300 m, tomamos el siguiente desvío a la derecha en la señal hacia el restaurante Oratje. Después de una subida empinada de aproximadamente 1 km, llegamos a los restos del Festival Club a la izquierda.

Esta discoteca al aire libre se construyó a mediados de los años 70, pero no duró más de un año. Es un gran anfiteatro repleto de graffitis, muchos de ellos muy buenos, y es un lugar fascinante para pasear durante media hora y hacer fotos increíbles.


Saliendo del Festival Club, tomamos el camino adyacente. Al final, este camino se une a la carretera principal San José/San Antonio. Gira a la derecha y continúa unos 800 m hasta el bonito pueblo de Sant Agustí. (opcional)

Aunque pintoresco (fíjate en los hermosos colores brillantes de las buganvillas frente a las casas encaladas), este pequeño pueblo no ofrece mucho que hacer durante el día, pero vale la pena por las vistas que ofrece del valle (especialmente cuando los almendros florecen en primavera) y del pico más alto de Ibiza, Sa Talaia (busca las antenas).


Desde el pueblo, volvimos a la carretera principal San José - San Antonio, donde giramos a la derecha y, después de unos cientos de metros, giramos a la izquierda dirección Cala Tarida (señal grande). Ya con hambre, nos detuvimos en la siguiente rotonda para almorzar en el restaurante Es Cucó, un favorito de los lugareños, y comimos su característico pollo asado con patatas fritas y ensalada; no te pierda las espléndidas vistas desde su terraza trasera.

Al salir de Es Cucó, con el estómago lleno, bajamos directamente hasta Port des Torrent para darnos un chapuzón rápido en esta popular playa antes de tomar un viejo camino de tierra (Camí Vell de Cala Bassa) a través del bosque hacia la famosa playa de Cala Bassa.

Encontramos el camino girando a la derecha en el semáforo y avanzando por la Avenida Sant Agustí hasta encontrar la carretera sin asfaltar en la primera curva y seguimos recto. El camino pasa por el esqueleto de una casa sin terminar a mano izquierda, antes de finalmente encontrar la carretera principal de Cala Bassa.

Gira a la derecha aquí si quieres disfrutar de un rato en esta bellísima playa o almorzar en el famoso Cala Bassa Beach Club (CBbC). Nosotros optamos por explorar una de las torres de defensa más emblemáticas de Ibiza, la Torre d'en Rovira.


Una torre pirata y un monumento parecido a Stonehenge

Ahora la ruta se complica un poco pero merece la pena desviarse.

Nos alejamos de Cala Bassa durante aproximadamente 1 km y giramos a la derecha por el Camí ses Roques Males, señalizado como Torre d'en Rovira y Platges de Comte. Luego seguimos las indicaciones hacia la torre, así que mantén los ojos bien abiertos.

Hay algunas rutas alternativas hasta el aparcamiento de la torre pero es posible que encuentres baches profundos, así que ten cuidado si vas en un auto de alquiler. También puedes simplemente aparcar y seguir el camino a pie.

La vista desde el mirador de la torre pirata den Rovira es preciosa. Frente a nosotros, la isla de Sa Conillera (Isla de los Conejos) y los islotes más alejados conocidos como Ses Bledes (el punto del archipiélago ibicenco más cercano a la península).


Desde aquí retomamos el camino y pasamos por Cala Comte, otra de las playas más destacadas de la isla. Nuestra ruta nos llevó por detrás de los restaurantes de Ses Roques y s'Illa des Bosc, donde suele haber un amplio aparcamiento. Después de otro refrescante baño en la laguna de color aguamarina, volvimos hacia el interior en busca de la mística escultura Time & Space (tiempo y espacio).

Time & Space se encuentra saliendo de Cala Comte por la carretera principal y girando a la derecha después de aproximadamente 1,5 km en dirección a Cala Codolar.

Se ha habilitado una nueva zona de aparcamiento y está muy bien señalizada, por lo que encontrarlo fue pan comido. No importa cuántas veces lo hayas visitado, siempre es un placer contemplar esta evocadora instalación artística del megaescultor Andrew Rogers. Merece la pena desviarse un poco.


Playas de ensueño y más refrescos.

A continuación, volvimos a la carretera principal y tomamos la carretera de la costa girando a la derecha en el cruce que indica Cala Tarida, donde se encuentra el restaurante Mesa Ibiza.

Siguiendo por Cala Tarida nos dirigimos hacia la pintoresca localidad de Cala Vadella.

En el camino, pasarás por otra parada de baño fácil en la pequeña y bonita cala de Cala Molí, o también puedes refrescar tu paladar en el lujoso chiringuito de playa El Silencio. Aquí suele haber bastante aparcamiento, así que puedes aprovechar la oportunidad.

El descenso a la siempre popular playa y centro turístico de Cala Vadella fue tan placentero como siempre: sus aguas brillaban en color aguamarina bajo el sol de la tarde. La carretera principal bordea la playa y la arena estaba repleta de adoradores del sol. No nos entretuvimos mucho y continuamos subiendo para salir del complejo en busca de un refresco en la siguiente cala, la tranquila Cala Carbó.

Cala Carbó es una cala pequeña y menos conocida, pero también una de las más bonitas de la isla. Su playa estrecha y resguardada es ideal para familias, y paramos a tomar una cerveza bien fría en uno de sus dos restaurantes.


Espectaculares vistas del atardecer, sanación sonora y una sesión de DJ

Finalmente, nos dirigimos hacia Cala D'Hort. Desde aquí se obtienen unas vistas inmejorables de Es Vedrá y Es Vedranell, dos espectaculares islotes frente a la costa.

Para evitar la concurrida playa, giramos a la derecha hacia el restaurante Es Boldadó para disfrutar de unas vistas espectaculares. El camino contina hasta una zona boscosa en lo alto de un acantilado, popular entre los amantes del atardecer.

Admirando la vista de los islotes gemelos, las distintas tonalidades de verde de los pinos y los numerosos barcos que surcaban las aguas, disfrutamos del sol de la tarde y de la brisa fresca en en la cara.

Mientras el sol descendía al final de un día cálido y agradable, nos encontramos rodeados de practicantes de yoga meditando y una sesión de sanación sonora: ¡uno de esos momentos mágicos de Ibiza!


PALABRAS: Will McKenzie y Tim Dackombe

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