¿Qué fecha podría ser más propicia para esta aventura marítima que el 1 de junio, el comienzo del verano?
Cuando embarcamos en el Capitán Nemo, en el paseo marítimo de San Antonio, las condiciones eran ideales: un cielo azul en lo alto, aguas color aguamarina bajo nosotros y el sol en todo su esplendor mediterráneo sobre nosotros.
Nuestro destino en este viaje de cuatro horas era el mágico islote de Es Vedrá, en el extremo más suroccidental de Ibiza y las atracciones turísticas costeras que se encuentran entre medias.
Una vez que nos registramos en el quiosco en tierra, recogimos nuestros vasos de cartón (para la barra libre de agua, refrescos, cerveza y sangría a bordo) y luego subimos por la pasarela.
Sentados alrededor de la cubierta superior estaban nuestros compañeros de viaje: una agradable mezcla de familias, parejas y grupos de amigos de todos los rincones del mundo, esperando con impaciencia su crucero por la costa suroeste de la isla.
Nuestra primera parada fue para recoger a más pasajeros al otro lado de la bahía, Port d'es Torrent. Al salir de la bahía, pasamos por playas tan emblemáticas como Cala Bassa y Cala Conta.
El atento equipo del Capitán Nemo incluso incluyó un puf. ¡A una pequeña viajera le encantó!
¡Una de las muchas gaviotas descaradas lanzándose en picado para agarrar Pringles!
Una sorpresa inesperada fue nuestra parada en el conjunto rocoso conocido como Es Farallons. Aquí nuestro capitán nos sugirió bajar a las cubiertas inferiores para contemplar el fondo marino desde el fondo de cristal del barco.
Hacia el sur, nos acompañaban las verdes colinas del interior, cubiertas de pinos. A lo lejos se alzaba el pico más alto de la isla, S'Atalaya.
Cuanto más nos acercábamos, más profundo era el silencio de puro asombro que nos invadía. Desde la proa del barco pudimos acercarnos tanto a Es Vedrá que casi lo tocábamos. ¡Enhorabuena a nuestro capitán por su hábil navegación!
Finalmente, la majestuosa vista de Es Vedrá apareció en el horizonte. Con el corazón acelerado, todos los que estábamos a bordo nos dirigimos a la proa del barco.
Al acercarnos a la orilla del islote, tuvimos una vista aérea de sus extraordinarias características escarpadas y cuevas.
La punta suroeste, una punta con forma de cuchillo, realmente es una perspectiva del islote que normalmente nunca se llega a ver, lo que hace que esta excursión sea tan especial.
Después, se puso rumbo a toda máquina hacia su islote hermano, Es Vedranell, también santuario de aves. En ese momento, el oleaje aumentó ligeramente. No está de más llevar pastillas para el mareo, por si acaso.
Tras unos minutos, llegamos al yacimiento costero conocido popularmente como Atlantis. Oficialmente llamado Sa Pedrera de Cala d'Hort, fue la cantera de donde se extrajo gran parte de la arenisca utilizada para construir las murallas de la ciudad de Ibiza. Sus inusuales tallados en la roca son una oportunidad perfecta para sacar fotos.
Desde allí, bordeamos la costa hasta detenernos en una pequeña cala, justo antes de la playa de Cala D'Hort. Allí llegó el momento de bañarse y hacer esnórquel durante 40 minutos, seguido de fruta fresca.
Se desató una actividad frenética en la cubierta de proa, ya que todos aprovecharon la oportunidad de adentrarse en las resplandecientes aguas turquesas. ¡Se puede acceder al mar saltando, tirándose de cabeza, bajando por la escalera o incluso deslizándose por el tobogán!
El barco proporciona todo lo que puedas necesitar: tablas flotantes, hinchables, equipos de esnórquel y similares.
Emocionados, nos relajamos y charlamos mientras volvíamos a puerto, entrando en la Bahía de San Antonio a las dos en punto. Tras dar las gracias a la amable y servicial tripulación (hay un pequeño cubo para las propinas junto a la pasarela), volvimos a tierra.
¡Qué excursión tan estupenda!
La excursión a Es Vedrá está disponible:
Durante el día: todos los miércoles, viernes y domingos de 10:00 a 14:00 horas
Puesta de sol: todos los martes y jueves de 18:00 a 21:00 h
Haz clic aquí para reservar tu aventura marítima directamente en línea con Capitán Nemo.
