Acogedora, muy bien situada, con un ambiente relajado y una carta sencilla, La Cava es uno de esos "pequeños grandes lugares" que nos encanta conocer y compartir con nuestros seres queridos.
Situada en la famosa plaza Vara de Rey, a pocos pasos del bullicioso puerto de Ibiza ciudad, si te encuentras en la capital cosmopolita de la isla, el elegante restaurante y bar ofrece un gran lugar para sentarte y ver pasar el mundo.
Parte del famoso Grupo Mambo, La Cava está abierta desde el almuerzo hasta los cócteles de altas horas de la noche, y realmente no es un mal momento para pasarse.
Tanto si estás buscando un sitio con una wifi potente (y café fuerte) donde trabajar, un lugar céntrico para disfrutar del almuerzo con amigos o un lugar para una cita romántica, recibirás una cálida bienvenida.
El equipo de Ibiza Spotlight se reunió para una cena de final del verano en La Cava a finales de septiembre.
Nos sentamos en la terraza que se extiende hacia el medio de la bonita plaza, rodeada de árboles en flor y coloridas casas adosadas, nos recostamos y nos empapamos del ambiente antes de quedarnos atrapados en la carta.
No hace falta decir que no pudimos resistirnos a la oferta de un cóctel para empezar la noche.
Elegimos el floral y elegante "Flowers for Jack", con una interesante fusión de aromas de lavanda y flor de saúco. El contundente "El de Mezcal" está impulsado por el potente espíritu de agave, el tamarindo ahumado y la lima picante, mientras que una mezcla personalizada especialmente para Ibiza Spotlight con vodka y maracuyá completó nuestro trío de bebidas.
Los que prefieren un refrescante gin-tonic también tienen muchas opciones disponibles, con ocho marcas de ginebra diferentes en la carta.
La Cava ofrece una versión moderna y asequible de las tradicionales tapas, por lo que decidimos probar un surtido de distintos platos para compartir entre los tres. Sin embargo, aunque las tapas suelen ser pequeñas, el tamaño de las raciones de La Cava es bastante generoso, ¡algo a tener en cuenta para evitar pedir demasiado!
Por desgracia, llegamos con hambre, así que estábamos seguros de que podríamos hacer frente a una abundante selección de pescado, carnes, quesos y patatas en todas sus formas. Comenzamos con una ronda de crujientes anillas de calamar rebozadas, sinceramente, un clásico que no debería faltar en ninguna comida de tapas, y unas de las patatas bravas más sabrosas que hemos probado.
Mientras tanto, llegó la ensalada kantábrica hecha con pan de centeno crujiente, atún, huevo duro y anchoas saladas, con una bonita presentación y nos cautivó con una variedad de sabores y texturas en contraste.
No pasó mucho tiempo antes de que llegara la siguiente ronda de platos.
Para hacer justicia a la variedad de la carta, pedimos algunos de los platos españoles más emblemáticos, como los "huevos rotos", con patatas fritas cubiertas con sabrosas chistorras.
Una generosa ración de albóndigas, como las que hacen las abuelas, bañadas en salsa y acompañadas de más patatas fritas nos supo deliciosa y fue como un abrazo grande, cálido y agradable en un plato.
Para limpiar nuestro paladar entre todas estas delicias indulgentes, la opción más saludable de nuestra selección fue un ceviche de besugo ligero con trozos de tomate fresco y rodajas de chile picante.
Estaba lleno de sabores y dejaba un ligero gusto fuerte al final.
Por último, pero no por ello menos importante, la sobrasada de cerdo negro al horno cubierta con queso manchego fundido fue tan estupenda y deliciosa como ella sola.
Regamos todas estas delicias con una botella de aromático Albariño Terra de Godos de las Rías Baixas, uno de los destinos culinarios más importantes de España.
Si pensabas que no podía quedarnos sitio para el postre... no te equivocarías, pero la promesa de una torrija caramelizada con helado de vainilla era demasiado tentadora para resistirse.
Déjanos decirte que fue uno de los dulces más adictivos y divinos del que hemos disfrutado en la isla, tan bueno que casi hace que el fondant de Pure Chocolate con frutos rojos frescos sea insignificante en comparación. Pero solo casi...
Después de una cena tan complaciente, solo quedaba una solución para evitar un coma alimenticio: el aperitivo favorito de todos los ibicencos, el licor de hierbas de la zona "Hierbas Ibicencas", servido con hielo y bebido a sorbos como un medicamento.
Una vez más, sentimos el aprecio por La Cava.
La receta: una ubicación privilegiada, un ambiente acogedor, una gran variedad de comida para compartir y un servicio amable, todo a precios razonables, suena sencillo, pero está ejecutado a la perfección.
Un lugar que querrás visitar una y otra vez, ya sea solo para tomar una cerveza fría por la tarde o una cena fuerte por la noche...
