Al norte de Santa Eulalia en Cala Nova, una de nuestras playas favoritas, se encuentra el BLESS Hotel Ibiza de 5 estrellas, nuestro destino del día.
Reservamos el pase de un día y fuimos preparados con algo para leer y mucha crema solar, listos para relajarnos y dejarnos mimar, con muchas ganas de este breve descanso de nuestra ajetreada temporada.
Desde el momento en que llegamos, supimos que la elección era perfecta: nos recibió el servicio de aparcacoches y luego la amable recepción antes de acompañarnos a la hermosa zona de la piscina, donde teníamos una selección de cómodas tumbonas.
Hay dos piscinas, una poco profunda para sentarse y una grande en lo alto del paseo marítimo para nadar. La temperatura era agradable y refrescante para este caluroso día de septiembre en Ibiza.
Nos cambiamos en el vestuario y nos dirigimos directamente al agua, equipadas con nuestros teléfonos para conseguir algunas buenas fotos para presumir.
Con la playa de Cala Nova al pie de la zona de la piscina, las vistas de las pequeñas olas ondulantes, los acantilados más allá y el mar abierto, nos sentimos maravillosamente especiales.
Otros clientes estaban disfrutando de lo mismo: un grupo de mujeres bebiendo cava charlando juntas, una pareja disfrutando de una escapada a Ibiza sin sus hijos y una afortunada recibiendo un masaje. A medida que avanzaba el día, también lo hizo el ambiente: las tumbonas y las camas balinesas se llenaron, se sirvieron bebidas deliciosas y refrescantes y la charla se volvió más alegre.
El DJ experto de la casa, Iván García, creó el ambiente con música chill-out estimulante para las horas de la mañana, haciendo que relajarse junto a la piscina fuese pura felicidad.
Como el sol calentaba más, también pedimos una de esas tentadoras bebidas heladas. Fresa y piña con hielo picado y menta: nos encantó y estábamos listas para picar algo.
El pase de día de BLESS Hotel incluye 70 euros de consumo en el bar de la piscina Llum, así que elegimos algunos platos para compartir: croquetas de jamón ibérico, alitas de pollo picantes (son muy picantes) y un plato de rollos California. Las acompañamos con agua aunque lo ideal hubiera sido una buena copa de vino.
De postre optamos por el delicioso helado casero, una especie de sorbete, que era la elección perfecta para refrescarse, y la tarta vegana de chocolate, que hubiera sido mejor para una tarde de café y tarta.
Por suerte, logramos hacer algo de tiempo para digerir y relajarnos en nuestras tumbonas antes de tener que irnos, envidiando a todos los clientes que podían soñar con pasar el tiempo relajándose junto a la piscina.
Para obtener más información sobre el pase de día o para reservar una estancia, visita la página de BLESS Hotel Ibiza en nuestro sitio web.